viernes, 9 de febrero de 2018

HEREDAMOS LOS TRAUMATISMOS DE LAS GENERACIONES PASADAS Y SON LOS GENES QUIENES LOS TRANSMITAN





Un estudio reciente dirigida por un equipo de investigadores norteamericanos sobre ratas, demostró que eventos traumatizantes podían tener una influencia sobre sus genes, y tener una influencia sobre el cerebro y el comportamiento de su descendencia.


Experiencias hechas sobre ratas por un equipo de investigadores de la Universidad de Atlanta, pusieron en evidencia el hecho que eventos traumatisantes provocaban modificaciones sobre el ADN observado en su esperma, y tener efectos sobre el cerebro y el comportamiento de generaciones siguientes (aquí).

De acuerdo al Profesor Marcus Pembrey, del University College London, estos descubrimientos son transponibles al hombre. ¿Puede nuestro ADN ser modificado por traumatismos ?

Pierre Roubertoux : Primero, notemos que este estudio esta bien construido y que por fin no se contenta observar el pelaje de la rata, pero el sistema nervioso (neuronas y comportamiento).

Precisemos también  que no es verdaderamente el ADN que se modifica, pero la transcripción de los genes.  Lo que impacta el funcionamiento de la célula, es la proteína. Se sabe que un gran número de fenómenos que se sitúan a nivel del genoma, intervienen sobre la transcripción. De tal manera que el genoma dirá al gen recibido de sus padres, cosas distintas de las que se esperaba del gen de los genitores.  Es lo que llamamos la epigénesis. Los factores que modifican otros genes pueden ser modificados, a largo plazo, por nuestro entorno. El mecanismo más conocido de la epigénesis es la metilación: la cromatina que contiene el ADN será compactada, y mantenida en este estado por la misma metilación. Para que se “descompacte”, otro mecanismo interviene, el mecanismo de acetilación. Estos mecanismos pueden ser modulados por el entorno.


¿Este estudio vienen entonces a confirmar lo que se suponía ?

En efecto. Por ejemplo, cuando se efectúa una transgénesis, se inserta generalmente el transgén en el núcleo macho. Pero, aparece que a veces los transgenes no se expresan. Se descubrió hace unos veinte años lo que pasaba: el genoma hembra impedía el gen que provenía del padre de transcribirse, es decir, de ir hacia la proteína. Así es como la información parental no es igual; generalmente es más favorable a la transmisión de los caracteres de la madre más que del padre.

Otros estudios que se llevaron demostraron fenómenos semejantes sobre el color del pelaje en las ratas. Se suponía que eso podría intervenir en la génesis de los cánceres, y jugar también un papel sobre la morfología y el funcionamiento del sistema nervioso central.

Gracias a este estudio, es la primera vez que el efecto de la epigénesis se muestra de una manera tan evidente sobre el sistema nervioso central.

¿Cuales son los efectos sobre nosotros los humanos?
En el síndrome de Angelman (enfermedad neurogenética caracterizada por un déficit intelectual severo y rasgos dismórficos) el disturbio resulta (3 % de los casos) de una disomía uniparental paterna.

¿Las fobias, manifestaciones de ansiedad y disturbios en relación al estrés, podrían explicarse, en parte, por medio de la epigénesis?

Aun estamos lejos de poder contestar a esta pregunta. Se demuestra aquí, por primera vez, una manifestación de la epigénesis a nivel del gen, del cerebro y de algunos comportamientos. Nos queda aun saber si esto puede jugar un papel sobre las patologías mentales.


Existen algunas insuficiencias intelectuales para las cuales un mecanismo epigenético fue invocado. No se puede aún confirmar la herencia de los caracteres adquiridos.

¿ En que medida los resultados de este estudio vienen a alimentar los debates sobre el determinismo? ¿ Hasta que punto somos construidos por lo que nos ha precedido?

Somos influenciados culturalmente. Pero, lo somos de múltiples maneras. Por ello, le citaré otro  estudio quien puso en adelante un mecanismo diferente pero que llego a un resultado similar. Ratas que vivieron carencia alimentaria y que fueron sometidas a un estrés, aprendan con dificultades. Aun si esta bien alimentada, su descendencia aprende con dificultad, y eso durante dos generaciones. ¿ Que paso?  Las abuelas ratas, malnutridas no entregaron los cuidados suficientes a la descendencia. De hecho, está ultima presenta  rendimientos cognitivos bajos. Pero, estas mismas ratas no saben dar cuidados necesarios a los pequeños los cuales, por ello, aprenden mal. Linda Crnic, quien realizo este estudio hace treinta años atrás, observa consecuencias de las privaciones y del estrés infligidos a un rata durante tres generaciones.        

Los mecanismos genéticos o epigenéticos no son los únicos 
que nos ayudan a recordarnos de nuestros ancestros!


Pierre Roubertoux es profesor de genética y de neurociencias en Marsella (Francia). Creo y dirigió el "Génétique, neurogénétique, comportement" del CNRS y trabajo  en el Laboratorio “Genómica funcional, comportamientos y patologías” del CNRS de Marsella. Hoy en día lleva sus investigaciones en el Laboratorio de Genética Médica del Inserm. Con sus trabajos sobre el descubrimiento de genes en relación con comportamientos, obtuvo el premio Theodosius Dobzhanskyen los EE.UU.


www.atlantico.fr

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